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Dime los nombres ...

La estudiante de la facultad, de piel oportuna para descubrir momentos y enredos de sabanas.

La corresponsal de USIL que me sedujo en Starbucks diciéndome que después de una sesión de fotos mía, ella podía dejarse fotografiar por mí, los días enteros que le resten de vida.

La fotógrafa joven que se laceo los preciosos rizos que le dibujo la vida a pulso y que yo adoro lamentándome cuando la veo en facebook e imagino que la beso toda, que olvido que no es virgen comprobando que es la  diosa de catre y que traiciono a su preciosa prima.

La prima que se desviste en frente mío, me enseña la mejía y parte de mi debilidad que sostiene en brazos, estaciona la mirada en su cadera, me previene de un par de lunares que cobijaran al dormir sobre, se dirige hacia mi, suelta los brazos y también un abrazo de no dejar y dejar mordiscos míos por cada parte de su cuerpo con la que me encuentre.

La mujer colombiana del avión que me convenció de ser sexy por ser educado al esperar los turnos del servicio higiénico en pleno vuelo, me conto que le faltaba una experiencia aérea de fuerte intensidad, que precisamente estos cuartos de servicio eran los mas grandes que ella había frecuentado de todas las aerolíneas en las que viajo, y su rico traspirar en clases de rápido manejo para aprovechar cada rincón  de ese espacio comprimido.

La rubia del servicio de limpieza en el aeropuerto, fuma mientras coge un tour por los pasillos.

La secretaria chilena de la UBA, la única que no es arrogante de nada, muy sencilla, pero nada simple, débil a su escritorio con el hombre de mirada sínica que es como me describió.

La dermatóloga en La Plata, divina medico, de piel blanca y rasgos de gaucha, pero sobre todo una mujer intensa en detalles, de camilla en su consultorio, de olvidar su no me enamore nunca pero hoy te conocí a vos, será como nunca haber vivido lo mas rico de una pasión.

La hija de un buen amigo, se desviste brutal como el primer día que nos conocimos, me hiso prometerle Punta del Este en Febrero, me enseño algo más con sus tres años mas de vida que me alejan de ella, dice que nos vamos a casar, asegura a la familia muy feliz, se que tiene razón, pero solo quiero que me de un hijo que valga eso que me hace muy débil a ella.

La platense, mujer aun de escuela, que dejo tímido mi lado atrevido, sobre sus quince años es una sensual juvenil, que llega desinhibida a mi, me reta frente a mi familia, no soporta mi indiferencia bastante tonta, deja su bolso que lleva a la escuela en mi cama, pero al regresar por el cuando debe irse a casa, da un giro a la silla de mi escritorio y se lanza sobre mis  piernas soltándose toda y apelando a besos que siempre imagine que pudiera darme.

La prima de un ex amigo, nunca insinúa, solo aplica lo que desea sin parecerse a mi ex novia.

La niña de quince, aprende de la vida, volverá a mi porque me regalo un imposible de cama, demasiado sensual, fue el mejor concierto privado abrazándola y sintiendo que es todo.

La rica hija de un hombre con revolver, me deja un mensaje, reclama que me olvide de ella, pero fue en una noche de  vino compañía, sobre la alfombra, de mi apartamento en Le Parc, fue todo para despertar desnudos tan  solo con una sabana que no se como llego allí.

La lola que me encontré en el tren y me llevo a casa de sus abuelos, me sedujo con su precioso dejo español, me masajeo las manos, luego me bailo bulería, un flamenco gitano y nos echamos unos puros, un ron, bombones, café y sobre sobrios, planeamos un revolcón de aquellos en que sientes fuego a lado de cada beso que se deja ver en los cuerpos.

La mujer de mi vida que deje en Primavera, la conocí 15 días antes de viajar, espero nunca zafar de su corazón, espero siempre sea verdadero cada te quiero que deja en sus mensajes, que mucho mas los te extraño, espero que desde cualquier lugar del mundo pueda consentirla siempre, espero tus ojos preciosos, piel blanca muy rica, labios que adoro, espero a un solo intento para darte todo y vivir juntos, espero que solo me esperes bonita.

A esas mujeres que les dije te amo y ahora no recuerdo sus nombres, por la mujer de mi vida.