Tu vestidito de flores, era el encaje perfecto de sensualidad y ternura, tu delicada manera de hablar, de caminar y hablarme para sentirme el dueño de tu risa, ha sido el mejor regalo que he tenido un domingo por la tarde dentro de toda mi vida, pero te quiero pedir más, mas de ese libro de miradas en tus ojos preciosos, de las horas que fueron despistadas con nosotros ilusos, inocentes y sin padres, de tanto en un día junto a ti, que puedo imaginar lo rico de toda una vida a tu lado, es intensa la idea de dar todo por todo, cuando todo, lo es tanto en sentimientos, que tú misma has bordado a pulso de cariño en mi, mujer, de besos con sonido de amor enviados por teléfono, para soñar contigo sin estar durmiendo aun corazón, creo en gitanas, creo que la vida está planeada, que tiene males pero tanto de bendición cuando puedo ver que estas a mi lado, o a Casiopea dejándome una clave en tu brazo derecho para saber que eres tú la virtud que ella no tuvo por ser como tú, te dejo un Cristo tallado que cuide lo nuestro, que nos demuestre que conocernos se hiso para no dejarnos nunca bonita.
