Una semana preciosa de niña, de ojos caramelo inmensos en ilusión, de admiración por ese, el primero que sabe desearla, que le a dibujado besos en el cuello, que deslizo manos sobre su deliciosa piel blanca, que hiso de el, todo lo feliz que puede ser un hombre en un beso.
Cada mujer que he conocido solo ha sido todos en un solo detalle distinto entre cada una, pero tu hoy te has ido, pero para quedarte toda la vida en mis sentimientos.
Mi niña preciosa, llorare tanto contigo desde mi cama, en estas noches que no quiero imaginar.