Luciana, ha despertado en esa cama enorme de ilusión, es una princesa en el castillo gigante que simboliza su imponente personalidad y el imperio bajo sus pequeños pies, respira el aire tímido que asoma a su ventana diciéndole buenos días, es mas que cualquier sueño mió sobre su piel, es la mujer por la cual el caballero da su vida y promete amar más allá de esta, he despertado hoy deseando prepararme para ser ese caballero, el que da la vida en cada batalla, a cambio de un beso de la princesa o el solo hecho de mirar descaradamente, muy de cerca, esos labios suyos o lo increíble de sus ojos en cada mirada de explosión sensual , el que anhela besar cada espacio que curva su cuerpo, ir a su lado para gobernar ese imperio de estrellas bajo su mano, del cual es parte y ejemplo cuando sede y cae a sus pies también, hoy puedo decir que he pensado mucho en ti, he creído poder respirar algún día de ese aire que visita tu ventana, verme despertando en tu cama, con un ligero rayito de sol observándome abrazadito a tu cintura o presumiendo de tus dos almohadas, allá arriba, tan mías como en ti, en medio del todo como un lunar precioso al que he adoptado, pienso cada momento de lo feliz que puedo ser a tu lado, pero no solo eso, siento giros de una mariposa en el estomago , de la vida que se me iría con hacerte la mujer más feliz fuera de tu castillo, ese castillo donde te conocí, donde se perdió la música, donde nada me dejo bailar contigo, he vivido muchas veces solo, a lado de alguien, pero ninguna vez tan enamorado, de nadie como tú princesa, mi princesa, quizás hasta muera, y tu sigas con vida, o mi alma sea de otro cuerpo, de otra vida, pero seguro puedo esperar siempre, cuando hoy te amo.
